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miércoles, 24 de junio de 2015

LA VERDADERA MUJER MALTRATADA

Hola a todos,

La verdad hacía ya algunos meses que no escribía, pero siempre que lo hago intento contar algo interesante fruto de mi propia experiencia profesional.

Hoy quiero hablar de algo que me ha ocurrido esta misma mañana.

Resulta que voy a una declaración de un imputado, por unas supuestas amenazas. El señor, viene acompañado de su mujer. Comienzo una conversación con ambos para intentar aclarar qué ha sucedido, lo normal antes de entrar a una declaración.
Por lo visto la mujer tuvo que llamar a la policía porque en medio de una discusión de pareja (que en principio podría parecer "normal") el hombre se puso nervioso y empezó a tirar la ropa de la mujer por la ventana, incluido el vestido de novia. Ante tal panorama, es inevitable esbozar una leve sonrisa intentando mantener el tipo (en mi cabeza me imaginaba una situación super cómica con el vestido de novia volando por la ventana), y acto seguido entramos a la declaración.

Él no declaró, su mujer como perjudicada tampoco declaró. Veremos a ver cómo acaba. Imagino que lo archivarán, supongo.

Bueno, vamos al lío. Salimos de la declaración y ya me quedo con ambos explicandoles los pormenores del procedimiento. Empiezo a notar algo raro cuando, ambos me comentan que estaban en trámites de separación, pero que han decidido continuar juntos. La mujer empieza a explicarme que ya no puede más, que está cansada del trato que recibe de su marido diariamente, que éste tiene un serio problema con las drogas y que su vida es un infierno desde hace ya varios años. A todo esto, el hombre, que parece que no le interesaba lo que su mujer me estaba contando, al ver a una compañera pasar (abogada) empezó a decir delante mía y de su mujer "hay que ver que buena está, si es que se pone así para que la miremos y para provocar...". Fué en este punto cuando supe que estaba delante de un mamarracho.
La charla continuó. La mujer me estuvo contando la penosa vida personal que ha tenido. Podríamos decir, o podría decir, que es la típica persona con la que la vida se ha cebado. Una vez ya en la calle, les pregunté cual había sido el verdadero motivo de la discusión, y el hombre me dijo que todo ocurrió porque su mujer estaba planchando una camiseta y no la había planchado bien "es que vamos, hasta mi hija de cinco años lo hace mejor que ella (refiriéndose a su mujer)". En este punto ya empecé a alucinar pepinillos.
La mujer siguió contándome como lleva años recibiendo insultos, tratos vejatorios, como su marido, quien no tiene trabajo al igual que ella, lleva años enganchado a las drogas, momento a partir del cual ha cambiado radicalmente y se ha convertido en lo que ahora es: un verdadero maltratador.
La mujer, que tampoco tiene trabajo, ha tenido que salir adelante sola para mantener sus dos hijos, ya que sus padres están fallecidos, y un hermano suyo en unas circunstancias que no voy a relatar ahora.
Entretando, el hombre se dirije a mi y me dice "estuve con una de tu pueblo, y no veas como chillaba la perra....no veas como chillaba...no veas como chillaba...." repitió el como chillaba unas pocas veces. Su mujer me dijo "¿Ves? Si es que no tiene remedio, yo no puedo más".

La conclusión y la cuestión aquí es la siguiente:
Se trata de una mujer que nunca ha denunciado a su marido. Que el día que decide llamar a la policía no pone denuncia contra él. Que además le recuerda a su marido la suerte que tiene de que, después de todo lo que le hace, ella no tenga el valor de denunciarlo. Una mujer que lleva aguantando a una persona que no hace más que humillarla y vejarla, incluso delante de la gente, incluso delante de su abogada, osea, yo. Sin ningún tipo de verguenza. ¿Y qué pasa en estos casos? Que te sientes impotente. Por un lado, está claro que la profesionalidad está por encima, y si tengo que defender que mi cliente es un santo, lo haré. Pero por otro lado pienso ¿Cómo es posible que la mujer que verdaderamente esta maltratada esté mas sola que la una y que nadie, absolutamente nadie, la ayude?. Jamás ha acudido a un centro de la mujer, no esta recibiendo tratamiento psicológico, no tiene ayuda familiar, no tiene ayuda económica, tiene que criar a dos niños ella sola y antes de irme lo último que me ha dicho es "no tengo ganas de vivir" porque la única persona en quien se puede apoyar es precisamente la que está terminando de hundiarla en los más profundo.

Me he ido con un nudo en el estómago que llevo todo el día pensando en esa mujer.

Se me ha olvidado decir que se trata de una familia normal, ambos tenían dos buenos puestos de trabajo. Con normal me refiero a que no es la típica familia desestructurada. De hecho, ella iba normal, pero él iba bastante bien vestido. Una familia normal que está completamente rota.

¿Porqué he titulado así esta entrada? porque fruto de mi experiencia profesional, la mujer que realmente es maltratada es la que está paralizada, y paralizada por el miedo. Porque siempre piensan que él va a cambiar, que la situación va a mejorar o que qué va a pasar con sus hijos. OJO, no digo que las que denuncien no sean mujeres maltratadas, digo, que según mi experiencia, experiencia como la de hoy, la mujer que más aguanta es la que más calla.

Siempre he abogado por la igualdad. Hay mujeres maltratadas y hay hombres maltratados. Y hoy he querido dedicar esta entrada a esta mujer que no se me va de la mente.

Un saludo a todos.



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