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miércoles, 7 de diciembre de 2016

EL ADOCTRINAMIENTO DE GÉNERO

Ya tenía ganas de volver  a escribir por aquí, sobre todo porque lo que voy a contar hoy sucedió hace algún tiempo, pero por precaución he preferido esperar.
Resulta que hace X días tuve que acudir a una fabulosa charla sobre Violencia de Género. Nótese la sorna. Digo fabulosa porque una se empieza a cansar de escuchar todos los años una y otra vez la misma historia, cuando lo cierto es que en lo referente al aspecto jurídico lo tengo más que controlado, y respecto a mi opinión personal sobre el tema, probablemente ni 1000 charlas van a hacerme cambiar de opinión. 
La cuestión es que yo jamás he negado que la violencia de género exista (hacerlo me convertiría en idiota a la par que en ignorante), ni tampoco he negado que muchas mujeres la sufran a diario por el solo hecho de eso: ser mujeres.
Lo cierto es que, no toda agresión que sufre una mujer es violencia de género, ni está basada en un odio hacia ella o en una situación de control, sumisión o superioridad del hombre respecto a ella. Y es ésto precisamente lo que escuece a quien se nutre y vive de ello, de hacernos creer que cualquier agresión, del tipo que sea, de un hombre hacia una mujer es violencia de género, y por supuesto, mucho más grave que si es al revés.
Claro ejemplo de este discurso lo encontré ese día denominado X, en el cual una psicóloga, por llamarla lo que ella dice ser, nos deleitó con una charla que me hizo inflamar el cerebro hasta niveles insospechados. Y mira que lo tengo entrenado...
Comenzó  hablándonos sobre el incremento de la violencia juvenil. Entre los chicos y chicas adolescentes quienes, según ella y en base a ciertas estadísticas, la violencia ha llegado a niveles insospechados. De momento la charla no pintaba mal,si realmente hubiera hablado de la violencia juvenil y no de la violencia de los chicos sobre las chicas, claro.
Se pasó todo el rato (bueno, todo el rato que yo estuve presente) centrándose única y exclusivamente en ese "plus" que tienen ellos y que no tienen ellas. Cada vez que decía la palabra "plus" me daba un punzazo en la cabeza. No por nada, sino porque todavía estoy esperando a que explique a qué se refiere con ese "plus". Imagino que al hecho de tener pene,supongo.
En base a ello empezó el típico adoctrinamiento al que estamos acostumbrados por todas las esferas de esta hipócrita sociedad. Es él quien controla dónde está ella, es él quien quiere alejarla de su familia y amigos, es él quien decide qué debe o no debe vestir, es él quien la insulta, es él quien la humilla, es él quien la desprecia, es él quien la fuerza a tener relaciones sexuales, y por puesto, es él quien le pega. Cambiar "él" por "ella" es impensable. Probablemente al día siguiente estaría despedida, y total, hacer el papel, crear un mundo parelejo y ficticio en el cual creerse su propio discurso de vertedero no es tan difícil si eso me supone una suculenta cantidad de euros a fin de mes.
¿Qué esto ocurre es verdad? pues claro. ¿Que al revés también ocurre y que hay mujeres más machistas que los propios hombres machistas? también. ¿Que no interesa decirlo? obvio. Si no, no hay paga.
El capitulo del amor romántico fue el capitulo que ya me estaba empezando a levantar del asiento. Resulta que para esta mujer cualquier clase de amor de la mujer hacia el hombre es amor romántico producto de la sociedad machista en la que vivimos y del patriarcado. Así, tal cual. 
Es decir, en su mente no cabe la posibilidad de que una persona tenga DERECHO a pensar que una determinada persona  (sea hombre o mujer) es "su media naranja", con la cual se complemente hasta tal punto que esa persona pueda dar sentido a la suya. No, eso es machismo, te anula como mujer y es el inicio de lo que más que probablemente se convertirá en una sumisa de por vida. Pues mire usted, NO, ¿Qué pasa con las personas que nos casamos por la iglesia? (desconozco estadísticas porque esto no es un blog de estadísticas pero me aventuraría a decir que somos una aplastante mayoría) estamos todos locos? juramos fidelidad hasta que la muerte nos separe, y juramos amor en la salud, enfermedad, riqueza, pobreza... por esa misma regla de tres, partimos ya de una relación tóxica, viciada y basada en la sumisión. Pues NO, señora,NO. No somos ni bichos raros, ni somos lo que usted dice que somos. Los que me conocen de verdad saben que soy una persona que no tiene pelos en la lengua, soy una mujer libre en todos los sentidos de mi vida, y no lo digo de boquilla (por eso me refiero a los que me conocen de verdad),  jamás me he achantado ante un problema, y que de sumisa no es que tenga poco, es que no tengo nada. Y sin embargo, mi maravilloso marido es una de las personas más importantes de mi vida, por no decir la que más. ¿Me convierte eso en una mujer sumisa, amargada, frustrada? pues no, Quizá eso me convierta en una mujer FELIZ y no amargada llena de prejuicios. Vamos a respetar un poco las opiniones de todos. Aquí esta señora expone su teoría, y parece ser que es la única válida. De ahí el adoctrinamiento. Esto lo digo yo porque es así, y así es. Porque mi palabra es Ley.
Sin ánimo de hacer una tesis sobre el tema (que me daría para ello seguro), tuve que abandonar la charla delante de todos cuando esta mujer (después de haber acabado con el capítulo del amor romántico) dijo que el síndrome de alienación parental NO EXISTE. ¿se puede ser más cínica y tener la cara más dura? ¿Realmente eso es lo que esta señora ve en su experiencia diaria?¿En serio pretende que me lo crea? ¿En serio cree que voy a ser tan sumamente gilipollas de seguir escuchándola un minuto más? En fin... abandoné su mítin.
¿Sabéis lo verdaderamente grave de todo esto? Que nadie de los allí presentes tuvimos (me incluyo) el valor y el coraje de callarle la boca a este ser del inframundo (porque parece que en el mundo real no vive). Y eso es lo grave. Que nos calle lo políticamente correcto, el miedo a las represalias, el miedo a decir ya basta, el miedo a decir lo que no quieren escuchar. Y así nos va, adoctrinamiento puro y duro, a personas hechas y derechas y profesionales del derecho. Y nosotros, calladitos, no vaya a ser que alguien "nos regañe". Yo misma, no puedo decir quién fue, ni donde fue ni qué día fue. No vayamos a salir "escardaos" por machistas.... El colmo de los colmos. Mujer y machista (porque sino sigues las reglas de su doctrina, automáticamente te conviertes en machista. Da igual, eres machista y te callas la boca).
Señores, dedíquense a educar en igualdad, de verdad. A no sobreproteger a la mujer convirtiéndonos en objetos sin capacidad de decisión ni reacción. Que eso de denunciar esta muy bien, sí, pero la clave no es esa, la clave es que a la mínima "te vas con tu madre, querido" y así nos evitamos males mayores, la clave es convertirnos en mujeres fuertes, con capacidad de decisión, con valor suficiente para decir esto "no" sin necesitar que nadie nos sobreproteja porque nosotras mismas ya nos sabemos proteger. En definitiva, mujeres valientes y no meros títeres. Pero esto no interesa. Si no... ¿De qué van a vivir muchos? ¿Si no de qué viviría esta "psicóloga"?

Hasta otra.

Elena Romero.
Abogada.


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